Si consentimos que la Educación se convierta en un instrumento para que los nacionalistas siembren separación y discordia con el resto de españoles, la escuela se convertirá en la palanca para romper nuestra unidad. Para cuando nos demos cuenta habrá regiones enteras que no se sientan para nada vinculadas a España. La secesión será cosa hecha.
La Educación es hoy el arma más eficaz que han encontrado los nacionalistas en las distintas regiones de España para cambiar la sociedad y que generaciones enteras lo único que hayan escuchado de España es que les oprime y restringe sus libertades.
Se cambia la historia por otra que no ha existido pero que deja a España mucho peor para justificar sus pretensiones políticas. Es sorprendente incluso que el mismo libro de una editorial tenga contenido distinto según para la comunidad autónoma donde se vaya a utilizar.
En el núcleo de esta estrategia está la imposición de la lengua que permite hacer homogénea la sociedad, marcar diferencias visibles con el vecino de al lado y trazar supuestas fronteras nacionales.
No podemos resignarnos a ver como la Educación en vez de trabajar por España, por su futuro, trabaje contra España.